Algunas veces vivo y otras veces,
la vida se me va con lo que escribo...J. Sabina
No te enojes conmigo,
Si ahora, justo ahora,
Se me ocurre cantarle a la ternura
De tus manos, tan pequeñas y sensibles,
A la ternura de tus pies descalzos,
Y a la tierna imagen que atesoro
de tu cuerpo desnudo, de tus piernas
De pie frente al blanco lavatorio,
Que se besan cada noche en las rodillas.
No te enojes conmigo,
Si ahora busco, cuento y acaparo
Con la manía compulsiva del avaro
Tantos besos perdidos de a millones.
No te enojes conmigo,
Si no supe, o no pude escribirte,
Cuando mil veces, con justicia, lo pediste
Y ahora, a destiempo, se me ocurre
Cuando ya no lo quieres, y menos, necesitas.
No te enojes conmigo
Si no quiero hacer cuentas ni balances,
Con razón o sin razón, ya no me importa,
Y dejo libre a un fuego que parece inútil
Que, sin inhibiciones, y a su modo grita
Que la ternura, aunque duela hecha jirones,
No esconde odios ni rencores en su seno,
Y de la economía se mantuvo siempre ajena.
No te enojes conmigo
Si te digo que asombrado ahora percibo
Al corazón como un salvaje solitario
Que en su incendio sólo entiende del lenguaje
De la entrega en libertad, y en esa entrega
La libertad le abre las puertas, y crece sin remedio.
No te enojes conmigo
Si no supe ser lo que ahora soy
Cuando todo se ha extraviado y ya lo que es,
es lo que no fue.
No te enojes conmigo
Si encuentras lejanas, impropias,
O absurdamente extrañas mis palabras,
Y nada de lo dicho te conmueve.
Si esto fuera así, porque ignoro lo que sientes,
Esta historia ya acabó y punto final.
No te enojes conmigo
Si deseo todavía,
Mirarte una vez más y sonreírte,
Sí, no te asombres, sonreírte,
Y robarte un beso de improviso,
De ésos que se roban en la mesa de un café,
El del estribo,
Aquél que se olvidó de ser la última noche:
El beso apasionado del olvido.
Tito, de alguna manera tuyo, siempre y para siempre.
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