He visto relámpagos horizontales,
en un zig-zag iridiscente.
Creí ver el verde de las naranjas,
el amarillo de los crisantemos,
mas por la gritería
no pude menos que admirar,
que eran parvadas de cotorros
que transitaban sobre la ciudad
borrachos de vida,
sin respetar el rojo de los semáforos.
ni el silencio obligatorio de los hospitales.
Texto agregado el 15-07-2008, y leído por 531
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