Hiram Watling Jr.
Hiram Watling jr. nació en Pousgskeep, Utah, el cuatro de julio de 1948. Fue un niño feliz y un adolescente muy popular, cantó en el coro de la iglesia mormona de Hillabily, y fue capitán del equipo del equipo secundario de hockey sobre hielo, por lo que obtuvo un beca deportiva para ingresar en la prestigiosa universidad de Berkley. Hijo de un óptico, sobrino de dos oftalmólogos, primo de otros tres oftalmólogos, y nieto de un profesor de oftalmología, Hiram comenzó a estudiar oftalmología; pero fue expulsado de la universidad en 1970 por lo que ahora se diagnosticaría como paranoia. En 1970 lo diagnosticaron como simple estupidez.
Los exámenes escritos de Hiram, constituyen los más largos y delirantes de la historia de la cirugía ocular. Por lo general comenzaban respondiendo correctamente el tema propuesto por los profesores; pero luego, Hiram se las arreglaba para pasar a escribir acerca de su propia teoría: las retinas de los negros y de los judíos probaban, fuera de toda duda, la degeneración de ambos grupos.
La familia Watling era muy respetada, y su trabajo en el laboratorio de retinología era de alta calidad, así que los profesores esperaron que fueran desapareciendo esas interpretaciones raciales de las retinas. Pero no fue así, su caso fue de mal en peor, sus exámenes se fueron convirtiendo en enardecidos panfletos que instaban a los anglo sajones blancos a unirse contra la dominación negra-sionista. Cuándo Hiram comenzó a acusar a sus profesores de ser agentes del Mossad, y cuando encontraron bajo su colchón dos granadas y una pistola cargada, fue expulsado por el antiguo método de la patada en el culo.
Sin un centavo, rechazado por su familia, Hiram, se alistó como voluntario en las fuerzas de infantería para ir a combatir a Vietnam. Fue asignado como policía militar en el delta del Mekong. Cumplió un año de servicio, sin ver ni a un solo vietcong, sus enemigos durante la guerra fueron la yerba, la heroína, los pequeños robos, los negros, los hippies y los latinos. A su vuelta de Vietfuckingnam, en 1971, fue transferido, con el grado de sargento, a la guardia de gala del Pentágono. Era un trabajo simple y aburrido y Hiram extrañaba mucho la acción.
El cuatro de junio de 1972, un mes antes de su vigésimo cuarto cumpleaños, Hiram fue escupido e insultado por los manifestantes, de una marcha pacifista que pedía el fin de la guerra de Vietnam. El, solo cumplió con su sagrado deber de mantener bien alto el orgullo de la América blanca, contra los malditos negros, chicanos y hippies que están perdiendo la guerra, y los políticos sionistas que la están traicionando desde adentro. Eso fue lo que atestiguó en el juicio. Fue condenado a dos años, luego reducidos a nueve meses por buena conducta, en el penal militar de Pozo Hondo, Texas, por haber golpeado salvajemente y frente a las cámaras a siete manifestantes. Entre ellos el escritor Mitchell Goodman, que tuvo que ser hospitalizado durante dos semanas a raíz de la paliza.
Al salir del penal, comenzó a trabajar como aprendiz de embalsamador, en una casa mortuoria propiedad de Ingrid Hattaway, en San Antonio, Texas. Ingrid era viuda y había perdido a su único hijo en Vietnam y tomo gran cariño por el callado y eficiente Hiram. Un par de años después Watling obtuvo el puesto de administrador del establecimiento y luego se casó con la viuda, el 24 de marzo de 1976, en una ceremonia celebrada bajo el rito metodista, la religión de Ingrid. Ella tenía 59 años, Hiram 27.
Los muchos ex empleados de Rest in Peace Co., con los que me he entrevistado coinciden en afirmar que Hiram amó profundamente a Ingrid hasta el día de su muerte en 1986.
Fue de hecho, tan feliz, tan unido, que Watling apenas hizo nada para concientizar a los anglosajones blancos, durante los diez años en los que estuvo casado. Sus únicos comentarios raciales se limitaron a ciertos chistes morbosos, que al parecer son muy comunes en la industria del embalsamamiento. Fueron años dorados para el, no solo emocional y financieramente sino también desde el punto de vista creativo. Trabajando solo en un pequeño laboratorio armado en el sótano de la funeraria, Watling desarrolló un polímero vinílico ideal para fabricar lentes de contacto descartables.
Cuando su esposa murió, vendió la funeraria. La patente de su invento lo había convertido en millonario, y sentía renacer en el un nueva pasión, esta vez por las artes plásticas. En un viaje por Europa con su esposa, Watling había quedado maravillado por la pintura del renacimiento español e italiano. Durante dos años estudió historia del arte en la Sorbona y recorrió obsesivamente el Prado, el Palaccio Uffizzi de Florencia y las inagotables galerías Vaticanas. Estaba preparando su primer libro el cual editó a todo lujo de su propio bolsillo. Jesús no era judío, combinaba las bellas artes, la teología y la oftalmología. En el libro, se reproducía y analizaba cincuenta famosos cuadros de Jesús. Según Watling, en ninguno de ellos se lo representaba con ojos judíos.
El libro fue un rotundo fracaso editorial, pero le valió la amistad de un joven político texano que se estaba en campaña para ocupar un puesto en el senado. Su mujer Bárbara se declaró una ferviente lectora de toda la obra de Watling. Tanto de Jesús no era judío, como de sus libros posteriores, la novela el Miliciano Blanco Cristiano y el ensayo científico Retinitis Semítica: La octava plaga de Egipto. Editados ambos por la Secretaria de ciencia y cultura del estado de Texas, dirigidas en ese entonces por George Jr., el hijo del entonces senador Bush.
Watling participo activamente en las campañas estatales y presidenciales de los Bush, tanto del padre como del hijo. Los antecedentes penales de Hiram jamás le permitieron ocupar algún cargo público oficial, pero le permitieron adquirir un par de pozos petrolíferos iraquíes que se revelaron como una excelente inversión.
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