POR MI VENTANA

¿Dime hijo qué deseas?
Mírame cómo soy y no juzgues mi indecencia….
Te pido por ella a quién tengo a mi lado cada mañana
Porque la noche sólo nos deja a tu voluntad
Ya que en sueños no le puedo ver….
Porque ella ya no es un sueño sino una realidad

Una realidad apacible, tierna y voraz
Que me estremece por las tardes y me resucita por las noches
Roba una lágrima de mi ser cuando la veo suspirar
Cuando a ratos recuerda las heridas que no cierran
Y que con mi mano inverosímil trato de curar….

¿Dime hijo que quieres para ella?
Quiero que la ames como lo hago yo
Que la cuides de las sombras….
Sepulta sus fantasmas cuando no pueda iluminar su corazón
Cuando este deje de latir para mí….
Dale una nueva ilusión para que sepa que el amor aún existe
Y que tiene nombre y no es de piedra
Que llora y se encadena a sus caderas rebosantes
A sus más tiernas y femeninas caricias
Que sólo con ella he conocido el apasionante
Encuentro de las almas fantasiosas
Que se miran y no desisten ante el silencio

¿Dime hijo que quieres para ti?
Que destroces mi alma cuando la agonía de su indiferencia
Vea en mi sonrisa un gentío de personas y no a la persona
En quien se perdió
Llévame lejos…. Tan lejos como los miedos de aquellos
Que no te buscan….
Pero prométeme que la seguirás cuidando
Cuando haya decidido caminar entre la gente
Y salir por el portal de la historia cristiana….

¿Y si ella nunca deja de amarte?
No nos despiertes y deja que sigamos soñando
Y si nos quieres ver separados deja que sea ella
La que camine y conviérteme en la sangre que circule por sus venas.