LA FELICIDAD
Definiciones existen muchas según la cultura o filosofía que se profese. Entre ellas está aquella que nos dice: "es lograr nuestras metas o ideales alcanzando la llamada realización personal";. Otra nos menciona: es el momento donde la persona siente bienestar, y realiza alguna actividad que le gusta o le divierte, sin que esta le genere angustia o preocupación. Un tercer concepto parecido a este simplifica la felicidad a un solo estado: la paz; nos sugiere que el sosiego, la carencia de molestias, el apartarse del bullicio, del "trajín" de la ciudad, es la felicidad, insinuándonos la práctica de la vida pastoril como único medio de alcanzarla.
Estas definiciones generan la necesidad de una descripción más profunda relacionada con la permanencia en el ser humano. ¿Es la felicidad todo un estilo de vida? ¿Es la felicidad un pequeño momento que se disfruta y se acaba? O ¿Es alcanzar la meta suprema de nuestra vida como consecuencia de la práctica ordenada de actos y aptitudes? Lo cierto es que la ciencia nos indica que la risa es una forma de felicidad, pero hace referencia a la risa espontánea y "a todos no les gustan los payasos", dejándonos entonces sin pasos concretos y universales para lograrla.
La teoría de los tipos de felicidad es muy realista y convincente; ya que tras el análisis del comportamiento y de las diferentes motivaciones de los hombres, además tomando en cuenta la variedad de gustos, concluye que no puede existir una única forma de alcanzar la felicidad, esta depende de la identificación de lo que nos causa placer, de lo que nos hace reír o de lo que nos hace sentir paz. La identificación llega al punto de integrar en su concepto de que cada hombre es único e irrepetible acercándose a la idea de que existe una infinidad de tipos de felicidad, una por cada hombre en el mundo, eliminando así la receta de la felicidad.
El conseguirla conlleva aun conocimiento previo de nosotros mismos, a identificar quienes somos, a precisar qué buscamos de la vida; y el ver en nuestro interior es extremadamente difícil. La religión y las costumbres culturales de un determinado grupo social podrían definir el tipo general de felicidad que se busca; aventurarse a decir entonces, que evitar el quebrantar las normas para que ninguno de nuestros actos nos generen angustias y remordimientos es una forma de alcanzarla, no sería lo correcto ya que existen individuos que perteneciendo a una cultura desean practicar costumbres de otra cultura antagónica.
La felicidad se igualará a la perfección, a la armonía con el entorno y a sentirse completo, sin carencias. Estas cuatro palabras: felicidad, perfección, armonía y totalidad son ideales, utópicas. Sin embargo si alguien decide buscarla no debe rendirse, tal vez la felicidad no sea una meta a alcanzar sino un proceso a vivir.
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