“UNA ENTREVISTA DIFÍCIL DE CREER”
-Desde hace muchos años se habla sobre la mala calidad de los productos H-M.
-Chico, eso es verdad. Al principio me encargaba personalmente de todo y no había quejas. La producción creció y tuve que delegar funciones. Empezaron a meter recebo por arcilla; algunos productos se les pasan en el horno. Ya nada sale blanco.
-Usted ha recibido severas críticas por el asunto de los recursos energéticos.
-La gente habla mucha mierda. Ahora todos quieren el videito, el atari, la compu, el microwave. Cuando allá no había nada de eso, con leña bastaba. ¿Qué hacer entonces? Aunque no quieras hay que negociar con el vecino. No será santo de tu devoción, pero tiene calderas ociosas.
-Muchas personas se quejan de falta de fe al no recibir su ayuda oportuna.
-Mientras éramos pocos, todo estaba bajo control. Alguien requería ayuda, y zas, ahí estaba yo; alguien hacía algo malo, y Miguelito, Gabriel, o cualquiera de ellos resolvía el asunto. Pero después del boom, ni yo, ni las once mil vírgenes alcanzan.
-Indiscutiblemente existe una crisis de poder.
-Si. Por un lado el desmedido desarrollo, y por el otro la oposición jodiendo. Roma nos, griegos, judíos, egipcios, azteca, africanos, me quieren quitar la primacía. Hasta los musulmanes están de nuevo en el bombo. Mucha gente “luchando” el cargo. Des atien-des tus obligaciones, te reúnes con ellos y nada. No creas, que muchas veces he pensado renunciar.
-Una última pregunta. ¿Cuál es la situación y perspectivas de la deuda externa?
-La misma que en todas partes. Impagable. Nuestra deuda no ha parado de crecer des-de que algún come mierda aquí abajo se le ocurrió decir, “que Dios se lo pague”.
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