Pedro logró reponerse, pero ya no recuperó la misa vespertina...
No se sintió molesto, era una persona sin malicia, ni de ver más allá de las cosas. Por el contrario, aprovechó para dedicarle más tiempo a su parque, tarea que había incorporado hacía bastantes años, desde la epidemia, y que no hacía nada mal. Pero Sofía seguía con su dedicada atención de la Iglesia como siempre.
El cura ganaba adeptos, cada vez más fieles asistían a la Iglesia.
Para un 21 de setiembre, Naldo y Melly sugirieron al cura que la misa de 10, a la que concurrían más jóvenes, en lugar de cantar sólo Pedro, se incorporaran al coro las Hijas de María. Así se hizo, y realmente vigorizó la ceremonia.
Este hecho se repitió el día de la boda de esta pareja, ocurrida en el mes de diciembre, no recuerdo la fecha. Para la ocasión , pidieron a Sofía que abundara en los arreglos florales.
La Iglesia de San Miguel Arcángel relucía , como así también el ánimo de Ana y Peter ( como lo llamaba Melly), los padres de Naldo, que amaban a su futura nuera por el sólo hecho de estar vinculada con su hijo dilecto.
Lo concreto de todos estos acontecimientos es que los recién casados iban avanzando cada vez más, desplazando a Pedro, quien abundaba en tiempo libre. Blois se percató de la situación y no olvidó que había sido una figura emblemática de su Iglesia en los primeros tiempos, sintió gratitud y el compromiso de solucionar lo que estaba ocurriendo.
La Parroquia tenía su escuela primaria. Las clases de música eran impartidas por las propias maestras. Pues , fue así que Pedro comenzó a dar clases de música , y formó un coro parroquial que mostraba sus habilidades en las misas de 10, asistiendo a las mismas, todos los domingos los niños de Catecismo y los alumnos de las escuelas católicas de San Miguel.
Pedro amaba lo que hacía, su vida había perdido monotonía gracias al trato con los niños.
Un día, al ingresar al Instituto Parroquial, Blois, que era el director del mismo, lo hace pasar a la dirección.
_ Pedro, tengo mis reparos en creer un rumor que me llegó. Me informan que has tratado de abusar de una alumna de 12 años. ¿es verdad?. Me veo en la obligación de preguntártelo antes de que el comentario se generalice.
La serena expresión de Pedro fue reemplazada por incredulidad , demostrada en el tamaño que adquirieron sus ojos.
_ Más que la calumnia, me duele tu duda sobre mi honestidad. Fue muy difícil para Sofía y para mí incorporarnos a la sociedad, lo logramos dignamente gracias a las buenas costumbres inculcadas por nuestros padres. Los malos pensamientos no tienen lugar en nuestras mentes ni en nuestros corazones.
No quiero saber de dónde proviene semejante actitud de hostilidad, pero sería bueno que lo averigües, o me veré obligado a renunciar. No merezco el repudio de los padres.
Blois quedó perplejo, ni una palabra salía de su boca y sintió vergüenza de mirar esos ojos azules que no mentían.
_ Sugerís que dé mis clases del día de hoy?- agregó.
_ Por supuesto. Te pido perdón por no haberme cerciorado de la veracidad del comentario antes de hablar con vos. Me ocupo ya de este asunto. Perdón Pedro, vos no merecés esto, se solucionará, te lo prometo.
Pedro salió del recinto, camino a las aulas, sus dulces ojos se llenaron de lágrimas. Por primera vez en su vida estaba experimentando el triste sentimiento de la impotencia ante una injusticia.
CONTINUARA
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