La Noche

Y la noche continuo sobre nosotros,
deleitandose con el sonido del respirar
de nuestra piel.
Dejamos el olvido, renacimos entre el sabor
de nuestras bocas bebiendo el dulce sabor del
extasis de aquel baile de la piel.
Y la noche se detuvo, y nos levantamos del suelo,
tus piernas abrazaban mi cintura, mientras
mi boca en tus pechos se deleitaba con el latir acelerado de tu corazón.
El suave movimiento de nuestros
cuerpos sobre la playa, el sudor bajo el brillo
de la luna, y el dulce sabor de
los besos en esa noche nos liberaron del
dolor, de la agonia del adios.
Mis manos en tu espalda acariciaban
cada poro de tu piel, mientras mis besos
te dejaban probar el sabor de la pasión.
Y en un instante la Noche se apago, el
latir se hizo más intenso, el sabor de
la piel se hizo más dulce,
mientras la luna contemplaba el mirar
de nuestros ojos, el calor de
nuestros cuerpos apagandose
en un lugar de aquella playa.
Y nos quedamos ahi, inmoviles bajo la noche,
nuestro aliento casi perdido, nuestros cuepos temblorosos despertaban de aquella
noche de pasión. Nuestros corazones
se calmaban, nuestros besos continuaban.
Y bajo aquella noche de abril, nuestros
cuerpos se pertenecieron el uno al
otro, en una noche que quedo marcada
en el recuerdo del ayer.