Facebook llegó a mi vida o yo fui el que me apersoné a esa multipoblada página. Allí, deambulé durante algún tiempo, hasta que alguien me avistó y quiso ser mi amigo. Bueno, dije, si es gratis, no es problema. Luego, mi peor enemigo quiso también ser mi amigo y bueno, ahora también lo somos, Facebook da para todo. Lo que me preocupa es que mi linda niña ahora es mi amiga. Y me pregunto, ¿después de todo lo que ha sucedido entre nosotros, ahora sólo somos amigos?
Busco nuevos compinches y me asombro ante la cantidad de gente que se llama igual a mis antiguos compañeros, los Osito Parraguez son un batallón, los Pulpo Mejías se multiplican tanto como un poblado chino. Y hasta Paralepípedo Hamburgo, tiene miles de sosias en esta globalizada herramienta de rostros.
Me he dado el trabajo de hurguetear por todos lados, en un intento desesperado por encontrar algunos antiguos amigos que, intuyo, será más fácil que los ubique en una casa de reposo o en algún cementerio parque. De paso, algo inquieto ante tanto rostro ajeno, siento una fría corriente de aire que me hace cerrar esta página, antes que alguien me confunda y quiera interpelarme.
Hace días que no ingreso a Facebook. Temo que éste sólo sea un ingenioso aparataje de la CIA para empadronar a toda la humanidad. Comienzo a desconfiar de todos y cada uno. Ahora que lo pienso, tengo de amigo a un tipo que jamás en la vida he visto. Otras personas, que se me figuran agentes encubiertos, me han invitado a no sé que cosa y yo, por simple precaución, les llevo el amén.
He escrito una larga carta, en la cual doy a conocer todas mis aprensiones. Esta carta será entregada a las autoridades, sólo si me sucede algo. Eso me tranquiliza en parte, sólo en parte, pues intuyo que todos están infiltrados en esta siniestra red llamada Facebook.
Y, al borde de la desesperación, intento escribir un acróstico que defina a este instrumento perverso, a este vicio infernal que nos va atrapando a todos y cada uno, como una gigantesca telaraña:
F idel Castro está detrás de todo esto, su enfermedad es una simple patraña,
A braham Lincoln lo sabía, por eso fue asesinado,
C linton es uno de los que tramaron todo, su escándalo con la becaría fue una cortina de humo,
E l enroló a un ejército de mujeres para este propósito, ellas juegan a ser desconocidas,
B ush no entregará el poder, cada persona que se inscribe en Facebook, lo reafirma en el mando,
O rganización diabólica que pretende hacernos creer que todos somos amigos,
O rquestaron hasta la posibilidad de que haya un presidente negro en E.E.U.U.
K ing Kong es una miserable lagartija, comparado con esta monstruosa red que nos amenaza...
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