sólo en invierno
se le veía pasar
vestida de negro
por la misma acera
con su mismo chal
con su mutismo de siempre
y su paso irresoluto
a la misma hora
hora de mañanas
hora en que la luz oblicua del sureste
plasmaba su sombra vibrante
delgada, alta y diagonal
sobre la pared humeda y verde
de la casa de enfrente
nunca se le veian sus ojos ocultos por lentes negros
pero si su rostro agritado, pálido y flácido
de inviernos atrás
vieja otoñal
vieja invernal.
Texto agregado el 12-07-2008, y leído por 99
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
12-07-2008
Excelente texto, lástima que no trabajes la puntuación, los descansos en sus comas son importantes porque le das descanso al lector y temperamento al texto......4 online
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