Y la noche me ahoga...
Me asfixia tu recuerdo.
Pretendo rescatar oxígeno; ojalá viniera empapado en tu aroma.
Pensarte me araña, pero a la vez es una caricia.
Imaginarte...como un rasguño que resquebraja mi pecho, que cuartea mi cuello y mis mejillas; que encandila mi esencia.
Cuando te evoco...
Tu sonrisa, tus manos, tu calidez.
Lo nostálgico se torna alucinación.
Lo lacrimógeno se metamorfosea en dulce.
Yo me transmuto en vapor de remembranzas.
Texto agregado el 11-07-2008, y leído por 212
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Lectores Opinan
01-10-2009
VAPOR DE REMEBRANZAS, QUÉ BUEN CONCEPTO. ESTÁ PADRE. Jazzista
04-08-2008
Noches malditas para las evocaciones, para las penas.. online
12-07-2008
Siempre me ha llamado la atención el por qué del sufrimiento humano. Parece que nacer es ya un tormento y la clave de lo que viene. El dolor base de la escritura humana, sirve para expresar lo profundo del alma, lo has hecho muy bien. Un fuerte abrazo. juanjara