Tenia yo entre mis manos cuatro duendes verdes, ahora solo viven en mi recuerdo jugando en una caja de esmeraldas gastadas por la evolución de mi mentalidad.
Siempre les hacia preguntas y nunca respondian porque sus lenguas habian sido quemadas y comidas por aves que venían de un paraíso en cenizas.

El primero tenia los ojos vacios de tanto llorar, solo se veía una capa de vanidad que flotaba entre sus mares secos de lagrimas vueltas piedra, su espalda estaba llena de flores muertas por el recuerdo de la soledad, sus manos tallaban mi cara con piedras calientes que quemaban mi imagen en un espejo. De su pecho salían espinas que brotaban de su corazón abierto, en su vientre vivía una imagen de tí y en sus piernas y pies habían pedazos de alcohol para que cada paso que diera, mojara tus labios en su solitario caminar. ¿Qué sientes al recoger mis lagrimas entre tus palmas vacías?. El llanto.

El segundo parecía acabado por los tiempos olvidados de mi esperanza, parecía no esperar nada mas que su fín y el nuestro, sus ojos estaban ya apagados por las palabras que dormían en su cabeza. En sus manos sostenía un corazón negro que palpitaba cada vez menos y escurría petróleo de aquellas venas y su alma volaba alrededor de él, esperándolo ya dentro de una caja mortuoria que reía al verlo. ¿Qué sientes perder tu propia fé entre palabras de destrucción?. La esperanza.

El tercero volaba entre carroña equivocada pero con la muerte vacilaba, gigantes que lo rodeaban se opacaban por su presencia, la obscuridad penetraba su cuerpo haciéndolo sangrar eternamente, su cuerpo entero estaba mas congelado que la propia humanidad o mi corazón, su cara, manos, brazos, pies, ojos, oidos, espalda, piernas, y pecho, solo sentían la soledad de viajar para llevarse nuevas almas perdidas y solo podía ver la carne que jamás volvería a hablar. ¿Qué sientes al morir entre espinas de mentiras?. La muerte.

El cuarto era el peor de todos, solo podía recordar su cuerpo, su esperanza, su llanto y su muerte porque era casi invisible de tanto sufrir, odiaba por haber amado tanto y moría de amor cada vez que odiaba. ¿ Qué sientes al ver mi puerta cerrada hacia ti?. El amor.

Han caído de mis manos como arena porque abrí las mismas, pero siguen queriendo acosarme entre recuerdos que aman y odian entre cada mañana.

Te traía yo entre mis manos y desapareciste entre esos cuatro duendes verdes...

VJSZ