Traigo de contrabando
palabras que he escamoteado
de un diccionario robado
que oculto en una alacena.

Me fascino con esas gemas
algunas de sello arcaico
que ya no tienen cabida
en este escenario moderno.

Palabras de estirpe egregia
que murieron de inanición
asfixiadas por el desuso
en un baúl de nostalgias.

Palabras que suenan raro
en la boca de un chicuelo
pero que en labios de un viejo
recobran su resonancia.

De muselina se visten,
y de amplios vestidos de seda,
se pasean cual fantasmas
por las puertas de la Academia.

Palabras que abandonaron
los usos y la memoria
la época hoy exige guiños
más que una frase rotunda.

Guardo pues estas palabras
en el cofre que las atesora,
amarillento diccionario
oculto en oscura gaveta...