Tú que mereces la libertad tan solo por ser,
Tú que aún sin ser considerado un ser racional, eres mas consiente que mi propia conciencia.
Bestia elegante de cabellera y gran presencia, esclavo de nuestra miseria, símbolo de prisión.
Tú que nos das de tus fuerzas, y aún que así comemos de tu lomo.
Tú que obedeces humildemente y nosotros cobardes que te golpeamos.
¿Qué poder mantenemos sobre ti, que poder?.
3:30 Camino a casa
Cansado no aguantaste más, tropezaste, gran error!, gran error?.
Tus dos patas delanteras se doblaron tocando el suelo, te miré de frente y aún así no había respuesta en tu mirada.
Todo esto sin duda, por culpa del maldito trabajo, trabajo que te vez forzado a cumplir día a día, trabajo que te vez obligado a realizar sin poder remitir juicio alguno....-Viví en ese momento tu esclavitud-.
En tu tropiezo enfermo te castigó, te azotó sin piedad alguna, eran latigazos de miedo, latigazos de una soberbia descontrolada, golpes tan duros como los que jamás vi, golpes tan firmes.... como la inseguridad que nos provoca pensar, que no somos dueños de nada ni de nadie.
Hombres enfermos, que privamos la libertad............ |