Los malos tiempos solo pueden pasarse como cuando te pasas el vértigo. De un Subibaja. De un mal sexo.
Käo vino de no sé dónde y es realmente estúpida.
De pronto llegó con trillones de historias, de todo tipo, de todo color, de todos ellos.
Como ella los llama, -Ellos-, abruptamente Ellos.
La última vez, o mejor dicho, la más reciente.
Dijo.
-Conocí un chico joven, alguien no fuera de lo común, o de lo muy común. Un clásico. Y a pesar de que no me importaba mucho ya estaba muy cerca, así nomás.-
Y es que Käo es como Helga G. Pataki. Demasiado cínica y a veces tan solo muy desistida a esos espectros tan nocivos para ella.
-Entonces…mientras lo hacíamos empecé a preguntarle sobre su vida, o el resto de esta. Jugamos a no ser nosotros, él era Johnny Depp y yo, cualquier chica.
Y así, un rato más, imaginando como me lo haría Johnny Depp y procurando de vez en cuando que no eyaculase dentro.
Desperdiciando su semen, tan tibio, tan blanco.
Luego hasta yo me lo creí, con esfuerzo, claro -
Pero yo sé que Käo tiene estrategias, y al parecer le funcionan, como su misma anodinia, lo usa perfectamente, como se debería. Además parece estar bien, y mientras no se queje…
Y sus mejores historias son así.
Como en un Subibaja, con cualquiera de Ellos en frente.
Arriba. Abajo.
Arriba. Abajo.
Y muy Arriba.
El cielo es suyo.
La nausea también.
Como un mal sexo.
Como si se tragase la toxicidad entera de su aliento, hundiéndose en sus poros tan evidentes. Humedecerse. Humedecerse.
Y deshacerse.
Pero con Johnny Depp queda un mejor sabor de boca.
O no Käo?
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