De todo
Hay de todo
Los chocolates sin dulzor los entienden, y siguen...
Les llamamos problemas, y siempre los tenemos
Que las cosas, la casa, la ciencia, la familia, un color no se ha encontrado, el diario llego tarde, mis notas han bajado, el semáforo no cambia, la ropa me aprieta, la gravedad me odia, todo está mal por un día, un momento, parece un siglo, cosas que serán y que fueron, no hay un tiempo ni un pretérito, pero le llamamos problemas al fin y al cabo. Lo gracioso es decir que los tenemos, ¿acaso no tenemos lo que queremos?
Y nos gusta, ese florecer masoquista de la condición humana, el sabor de rebasarlos, de lograr la meta, la inquietud de perder o ganar todo, nos quejamos de llenos, o de nada.
El riesgo de un nuevo problema, trae una serie de sucesos, mas numerosos que una felicidad, el problema vive hasta que lo matamos, lo esparcimos todo lo que podemos, lo contamos para causar un sentimiento en el ajeno, nos da pautas para escribir, motivos para llorar, autocompasión, razones para apreciar lo que teníamos cuando no estaba...
escoger uno y seguir viviendo... |