—No debe ser de por aquí —murmuran de él cuando pasa.
Habla con una voz delgada
la mitad de una voz;
su sonrisa es un ahogo, una tos, el desgarro.
Tiene esqueleto filigrana
manos nube
cabellos pelusa
y visiones como realidades.
Pocos saben que vuelve a ser uno después de haber sido Uno,
es un Cristo desconocido que antes de irse a dormir
saluda a su antigua devota, conmovido de humanidad: buenas noches, amada, buenas noches;
ella apaga la luz
y le reza, con la mitad de una voz y sin fe.
Texto agregado el 03-07-2008, y leído por 318
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Lectores Opinan
03-07-2008
Vaya que por aquí hay de todos los gustos. A ratos un poco empalagoso el poema, pero bueno al final. no se merecía una estrella como el voto anterior. el_cuarto_de_juan
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