Bares y Fondas

(Una Noche en Bogotá)

Cuando estuve Trabajando en Bogotá, mi Jefe me pagó un buen hotel justo al lado de la zona rosa, y una vez allí trabajaba de día y de noche bebía. Estuve bebiendo durante un cierto tiempo, los tres o cuatro días que duró mi visita a Bogotá. No conseguí levantarme sino para trabajar.

El trabajo era duro, así que lo hacía y después me quedaba en la cama y bebía. Mientras bebía, el mundo seguía allí afuera, pero por el momento lo tenía agarrado en la mano y me lo metía por la garganta.

Salí una noche, me vestí y me puse a andar por la Zona rosa de la ciudad.
Seguí andando hasta que encontré un bar con buena pinta a 3 calles del hotel, que quedaba al frente de el edificio de la cruz Roja, ocupado por lo menos desde hace 2 años por los desplazados de la violencia en Colombia. En fin, entré a él y Pedí una Botella de Vodka.
A mi derecha estaba sentada una rubia castaña, un poquito flaca, me contó luego que andaba metida en cosas de teatro o algo así, obviamente una borracha, pero tenía una cierta belleza en todo su ser, y su cuerpo todavía parecía firme y era joven y con buenas formas. De hecho, sus piernas eran largas y adorables. Cuando esta dama acabó su bebida, le pregunté si quería otra. Dijo que sí aunque esa noche ella se encontraba trabajando en el bar, o era la dueña, en fin allí el caso era que allí estaba.
La invité a una copa.
- Es toda una Hijeputa parranda de imbéciles los que hay aquí- dijo.
- En todas partes, pero especialmente aquí- dije yo.
Le pasé tres o cuatro copas más. No hablamos.
Ella siguió trabajando…
De un momento a otro el bar cerró y yo me quedé con mi botella de vodka por la mitad.
- Que demonios hago si todo ya cerro... creo que tendré que irme de nuevo al hotel, igual mañana sale el vuelo a Manizales y no lo puedo perder.
le dije mientras me iba con la botella, ella terminó de cerrar el bar y la seguí fuera…
Me di cuenta de que tenía un culo muy bueno y
la acompañe hasta la tienda de licores más próxima.
Le dijo al encargado lo que quería: dos botellas de Vodka Absolut, 3 paquetes de cigarrillos Piel Roja, Alka Seltzer y un paquete de condones Today.

Hey! a esta nena le gusta lo mismo que a mi, beber, fumar y follar, con ella me caso, estoy enamorado!

La ayudé con las bolsas y salimos a la calle…

-Bueno vamos al hotel donde estas. - me dijo
-Hotel, a caso te dije que estoy en un hotel?...

Bueno mi borrachera era notoria....
Llegamos a mi departamento en el Hotel y metí todo el material en la nevera, los cigarrillos piel roja sobre la mesa de la salita y los condones sobre la mesa de noche.
Serví dos tragos, me senté y encendí mi Piel Roja.
Ella se sentó en el sofá, enfrente mío, con las piernas cruzadas.
Llevaba puestos unos aritos de barro con el calendario Azteca a algo así, un Jean descaderado de esos que andan de moda y una blusita blanca que hacia relucir sus hermosos senos.
- Estoy buena, verdad? -dijo ella.
- ¿Qué?
- !Te crees muy inteligente, hasta poeta, te crees que sos el mismo demonio en muletas!
- No!.
- Sí, te lo crees. Lo puedo ver por el modo como actúas. Me seguís gustando, de todos modos. Me gustaste desde el primer momento en el bar.
- Porqué no te quitas ese pantalón descaderado.
- ¿Te gustan mis piernas?
- Sí. Bajate más los pantalones. - Ella lo hizo.
- ¡Oh, por todos los demonios pardos de esta ciudad, ahora un poco más abajo, aún más abajo!
- Oye!, ¿no serás alguna especia de maniático, no? Hay un tipo que les haces cabronadas a las viejas. Las levanta, después las lleva a su casa, las desnuda y entonces les raja todo el cuerpo con una navajita y guarda la cabeza en la nevera.
- No soy yo.
- Después hay "manes" que te fornican y luego te descuartizan. Más tarde encuentran parte de tu culo en un desagüe en Plaza de la 96 y tu teta izquierda en un cubo de basura en algún callejón.
- Hace años que dejé de hacer esas cosas. Quitate ya esos malditos pantalones!
Se los quitó.
Demonios!!!
Era como el comienzo de la vida y de la risa, era el significado verdadero del sol era el amanecer en la montañas, ahora si me caso.
Me levanté y fui a sentarme en el sofá junto a ella, la besé, luego volví a levantarme, serví dos bebidas más y puse la radio en una emisora local (Radio Activa).
Sonó algo de Andrés Calamaro (Tu parte de adelante).
- ¿Te gusta Calamaro? -dijo ella.
En un momento durante la noche, mientras conversábamos, me caí del sofá. Me quedé tirado en el suelo, contemplando aquellas piernas celestiales. (Ahora si, me llegó la hora, con esta me caso.) Pense.
- Nena - le dije-, soy un genio, pero nadie más que yo lo sabe. Ella me miro desde arriba.
- Levántate del suelo, condenado idiota, aparte de borracho, loco! Pásame otro Vodka.
Le puse un trago y me senté. Realmente me sentía un poco idiota.
Más tarde nos fuimos a la cama. Apagamos las luces y yo me puse encima de ella. Di dos o tres caderazos, entonces me paré.
Eran ya las 8 am y mi Jefe entró a la habitación
-Disculpa coco, no sabia que estabas tan bien acompañado.
-Tranquilo Mike – le dije
-Sal rápido te va a dejar el avión a tu casa.
-Salgo en un momento.
El jefe cerró la puerta y se fué.

- Por cierto, ¿cómo te llamas? - le pregunte
- ¿Y eso qué coño importa ya? -me contestó.

Esa fué mi noche en Santa Fé de Bogotá.