¡GRACIAS!
Quiero agradecerte muchas cosas, que algunos dan por sentadas por tenerlas siempre y otros se pasan la vida tratando de encontrarlas.
Gracias por quererme, por escucharme por hacerme sentir que vale la pena seguir luchando porque para alguien valgo la pena.
Gracias por pensar en mi y hacerme sentir cuidada, aunque no te cueste nada venderme un poco de ilusión porque me aferro a eso para pensar que puedo confiar en vos y, aunque mi vida siga igual cada día, confiar en vos me hace pensar que todo será mejor.
Me gustaría ser siempre un cascabel que alegre tu vida pero a veces mi corazón lastimado se pone desconfiado y se cubre con una coraza para no sentirse abandonado aunque lo único que logra es estar acelerado.
A veces estoy muy triste y por no parecer vulnerable, por no pedir un abrazo, cuando me siento desamparada, parezco enojada.
Gracias por ser la rama que me sostiene cuando parece que nada detendrá mi caída.
Gracias por dibujar para mí una ventana en la pared para que vea el sol.
Gracias por ser la mirada que busqué, la sonrisa que necesité, el amor que siempre esperé.
Gracias por haber sido en el rompecabezas de mi vida una parte importante que hoy sostiene un presente mejor.