Tranquilo, no te ahogues en un lago de ternura,
que si esto te parece mucho te perderás lo mejor.
Aún nos falta llegar a la cascada y caer acunados
por la espuma al río, para ganar el mar,
disfrutando cada día esta aventura de amar,
y recién después de mucho andar
en los océanos del tiempo
sin miedo navegar.
Texto agregado el 02-07-2008, y leído por 432
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