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Constancia y Lealtad

--Autor: En una oportunidad, me llamó mucho la atención, ver a un señor de avanzada edad sentado en el banco de una plaza con un guante y una pelota de béisbol en sus manos. Me acerqué, el mismo notó mi curiosidad y me dijo:
-- Señor: Ven, siéntate aquí a mí lado para contarte una historia que seguro estoy, mucho te dejará:
Me llamo Leonardo Urbano y mi pasión ha sido toda mi vida el béisbol. Lo comencé a practicar desde que tenía cinco años de edad, pero seguro estoy de que mucho antes ya me apasionaba. Por supuesto, como todo pequeño me costó algo aprender a coordinar los movimientos precisos para jugar con soltura. En el equipo de la primaria era de los jugadores promedio.
Un día, viendo la televisión, observé como lo jugaban de manera diferente. Era un campo espectacular, los uniformes se veían increíbles y los jugadores resaltaban en su forma de hacer aquellas jugadas, que jamás se han borrado de mi mente. Casi que atontado pregunté: ¿Quiénes son ellos?, ¿Qué equipo es ese?, ¿Por qué se ven diferente?
Mi tío, que era quien veía el partido, me respondió: “son jugadores de grandes ligas, se ven así porque es su trabajo y se dedican a ello, lo hacen con esmero ya que para eso les pagan y ese equipo se llama los Yankis de Nueva York”.
Aquellas palabras marcaron mi vida, ¿les pagan por jugar?, ¿es un trabajo?... Fue entonces cuando decidí lo que quería ser; pertenecer a ese equipo, no me importaba si me pagaban o no, yo solo quería jugar y verme como uno de ellos.
Busqué asesoría y ya a la mañana siguiente estaba con un plan de entrenamiento, muy fuerte por cierto, pero mi entrenador decía que si quería alcanzar mi meta debía cumplirlo a cabalidad… Pasó algún tiempo cuando se empezó a ver mi mejoría, ya pertenecía a los mejores jugadores de la liga, pero para mi no era suficiente, tenía que llegar a ser el mejor, tenía que llegar a las grandes ligas.
Un día, veía el último juego de la serie mundial de esa temporada, estaba con mi tío compartiendo aquel momento, ¡Ah! Eran los Yankis de Nueva York contra los Medias Rojas de Boston, la serie estaba empatada a tres juegos y el que ganara ese día seria el campeón. Yo ligaba a mi equipo a muerte (Los Yankis)… ¿Qué ocurrió?... ganaron los Medias Rojas. Te confieso que me sentí con furia, frustrado, sentía ira y de verdad me dio rabia con aquel equipo, ¿Cómo se atrevieron a ganarle a mis Yankis?...
Pasaron algunos años, cuando llegó aquel día. Me encontraba en mi sesión de prácticas realizando mi trabajo de rutina y observé a mi entrenador acercarse con otra persona. Me dijo:
--Entrenador: “Leo, llegó el gran día, este señor es buscador de talentos y está interesado en ti. Te ha estado observando y dice que mereces una oportunidad”.
--Leonardo: No lo podía creer, mi corazón casi se me salía del pecho por la emoción.
--Busca talentos: Buenas tardes muchacho, me llamo Bernardino Escalona, me gustaría hablar con tus padres referente a un contrato de grandes ligas, yo represento a la organización de los medias Rojas de Boston.

--Leonardo: ¡Ah caramba!... el rival de mi equipo preferido, ese que lo venció en aquella serie mundial, cuando aquel día que parecía todo perfecto fue opacado por ese equipo el cual desprecio desde ese momento… (Pensé un instante)… sin titubear dije ¡NO!, los Medias Rojas ¡NO!... Ninguno de los dos entendía lo que pasaba.
--Entrenador: Pero Leonardo ¿Qué te pasa? , es la oportunidad que esperabas ¿Qué te ocurre?
--Leonardo: Subí la mirada hacia ambos y les dije en forma fuerte: “el día que vaya a las grandes ligas lo haré con el equipo de los Yankis, no con otro; mi lealtad hacia ese equipo es inmensa, me dieron a conocer lo que es el beisbol grande, me han llenado de satisfacciones como fanático, viéndolos, he aprendido a perder y a ganar, en fin, mi lealtad hacia ese equipo es tan grande que rechazo su oferta”.
Los dos se quedaron atónitos y sin palabras… Cuando me encontré solo pensé: ¿pero que hice?, dejé ir mi oportunidad, para la que tanto he trabajado por muchos años; bueno, ya no importa, yo creo en la lealtad y esa es mi manera de pensar…
Luego, ocurrió lo inesperado… Al pasar los días, el buscador de talentos de los Yankis de Nueva York se enteró de lo sucedido y me fue a buscar, cuando me encontró me dijo:
--Busca talentos de los Yankis: “joven, no sabes cuanto me alegro no hayas firmado con otro equipo, ya que cuando me disponía a buscarte para ofrecerte un contrato, se me había adelantado mi colega de los Medias Rojas de Boston, y de verdad lo lamenté, porque se de tus condiciones para jugar gracias a tu constancia y dedicación, seguro estoy de que naciste para ser un Yanki por eso te ofrezco la oportunidad de pertenecer a ese equipo”. ¡VAMOS!.
--Leonardo: Desde ese instante mi vida cambió, aprendí que la constancia te da algún día la satisfacción de alcanzar aquello que anhelas, solo hay que tener algo de paciencia y no doblegarse ante las adversidades, por el contrario, aprender de las malas experiencias y pensar siempre que no habrá obstáculo que nos detenga, que día a día lo que tenemos es que luchar por nuestras metas, levantándonos con más fuerzas cada vez que las sintamos perder. Por otra parte, la lealtad nos guía, nos ubica en una manera de pensar, ya que no es más que el honor o la fidelidad que sentimos hacia algo o alguien. Todo esto nos lleva a ser hombres con decisiones firmes y sobre todo, hacer las cosas por el bien, sin perjudicar a otros.
--Autor: Luego de haber escuchado esta interesante historia, con lágrimas en los ojos me paré frente a él y dándole un fuerte abrazo le dije “gracias señor Leonardo, de verdad muchas gracias, me ha dejado una gran enseñanza que jamás voy a olvidar y seguro estoy que me servirá para lograr alcanzar todas mis metas. Le prometo que la voy a compartir con todo el que pueda, así como usted lo ha hecho conmigo”.
Él, sencillamente me respondió con una sonrisa. Me alejé unos pasos para continuar mi camino. Y cuando viré para observarlo por última vez, simplemente ya no estaba.

Texto agregado el 01-07-2008, y leído por 554 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
07-07-2008 Hola, Realmente deseo felicitarte eres ejemplo de constancia y que todo lo que se quiere se logra. te conosco personalmente y aunque muy poco . se que esta capacidad es autentica tuya. trasmitela a todo el que puedas em especial a tu hijo, son la esperanza del mañana. y con valores de este tipo haremos un mundo mejor. mil felicidades EXCELENTE. NELIA nelia
04-07-2008 Hola chachito, tu cuento es muy lindo, es una historia de gran enseñanza, que nos permite aprender que todo lo que se quiere en la, es posible de lograr. Me dio una gran ternura y me senti estar dentro de esta historia. Te felicito tu ortografia es muy buena Latibi
01-07-2008 es una valiosa leccion de vida , muy agradable texto .gracias maito
 
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