Y estaba ella nuevamente en tus sueños, tan linda como siempre con su piel blanca y mejillas rosadas, invitándote a continuar el juego que nunca terminaba. Siempre me di cuenta cuando ella habitaba tus pensamientos, me miraba con desprecio como si reprochara él haberse unido a mí, me maldecías en silencio; y yo no me sentía con el valor de mirarle a los ojos. Nunca entendí Octavio cual había sido mi error, te ame tanto
Pero nunca logre ocupar un espacio en tu vida, retozabas en mis brazos y yo te llenaba de palabras dulces, besaba tus ojos, tu cuello, tu cuerpo, con le esperanza que un beso se colara por tu piel que tu cuerpo vibrara al compás el mío. Pero todo fue en vano, tu cada día, me odiabas mas, yo aferrada a tu desencanto me humillaba para estar en tus labios. Ahora después de muchas lunas en guerra con el fantasma que merodea en tus pensamientos, he aceptado mi derrota y me marcho con sollozos y palabras de amargura, una maleta vacía y un beso en mi frente; me iré antes de que despiertes, aun con el pesar de que no volveré a perderme en tu mirada, me voy con mis ojos envueltos en cristal. Dejando un susurro de te amo a mis espaldas.
Te amo Octavio y eso ningún fantasma lo podrá evitar...
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