Carta del profeta moterizo, Eduardo Argentino Veliz, a Maria que vivía en esa epoca en Barcelona.
Tanto Ud. niña, ausente con aviso, como el que escribe, presente sin falta, hemos transitado no sin asombro por esta kermés llamada argentina en la atroz década del noventa.
Claro, hay que decirlo, en aquella época, cuando fatigábamos los infames pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras, Ud. se debatía en una lucha interna en la que la devoción por la Literatura de Alejandra justificaba la emulación de la poetiza. Recuerdo también que en esa época se declaraba Ud. ser hija de Estorni.
Recuerdo también, que ajeno a cualquier pretensión estética emanada de las infrascriptas yo, desde la barbaridad mas plena, buscaba la oportunidad de un encuentro casual con Usted, solamente para reflexionar ulteriormente sobre las provisoriedad de su culo. Era impresionante entonces y, estimo lo seguirá siendo aún. Tenga mis felicitaciones Señora.
El hecho es, que hoy me levanto luego de mi habitual borrachera nocturna (verdaderamente proverbial), y descubro en mi correo, cierto mensaje suyo, que a modo de collage, hace referencia las usanzas onerosas de la presidente:
La mujer compra cartera, bombachas, tangas, y dildos enchapados en acero español. Sé que un negro importante, misteriosos y profundo, le administra una cuota de placer a ella y el marido, y que Aníbal Fernández, ministro de seguridad, se planta un cirio pascual justo en el lugar y en le momento preciso de la orgía.
Los Oligarcas Nacionales, gente linda, presentes para la rapiña, donde hiciere falta y fuera preciso el ejercicio de la misma, además de hacer circular estos rumores, los cuales estimo ciertos y divertidos, hacen circular por la red, cositas como, “Videla volve”, Te falta poco yegua zurda Hija de Mil Trescientas Putas” Montoneros de Mierda, tendríamos que haber matado no 30 sino 60 mil. “Viva la picana”. etc. etc. etc.
Que le puedo decir… digo, mientras fatigo impune y vanamente las paginas “La microfísica del poder de Michel Foulcot. ¿Que le puedo decir niña, a Usted, que de ves en cuando distrae su cotidiana felicidad en las potencialidades de la cadena de mensajes?
No le diré que hay gente cagada de hambre en un país que produce alimentos para 300 millones de personas. Tampoco le diré que la gente bien, la gente linda, la gente linda, linda, la gente que puede mandar a sus hijos a la universidad, la gente que puede soportar que sus hijos vayan a la universidad, la gente linda, linda, pero bien linda, esa gente que se pudo ir o quedar o venir y rajarse, la gente linda de este país, los dueños de… los amigos de… los felices por… etc. La gente linda, que tiene todo esto, y no quiere cerca, en su espacio a los que no tienen ni un poquito de nada. Esa gente linda, distrae sus rapiñas en los fervores de una conspiración política por mail y en collage, pero no me engañan, a la vieja usanza.
Creo que sueñan con un tanque, o al menos eso dicen. Con un tanque lindo como ellos, avanzando sobre los ranchos feos y mal olientes de los negros, de los sucios, de estos negros hijos de puta que se atreven a querer comer asado los domingos, y le meten hijos y le meten pija, y se agrandan porque ahora ganan mil pesos roñosos, cuando uno, uno les esta dando de comer. Negros mierdas, ¿no saben que el campo es el que les da de comer? Pero así como los reventamos en los setenta los vamos a reventar ahora. Negros zurdos, zurdos los negros. Pero no zurdos como mi hijo que estudia psicología el filo y tiene esas ideas raras de la China y Mao, no, zurdos perucas, hijos de puta, villeros, piqueteros e hinchas de San Martín. Pero no piqueteros como mi tia que tiene campos con soja y que va a cortar la ruta para hacerle la pata ancha al gobierno de los montoneros k, sino piqueteros muertos de hambre. Mira vos…
Nada, ni una nadita de nada le puedo decir, niña, en un país que se jacta de poder alimentar a 300 millones de personas. En un país, como el de nuestra época, los noventa, cuando uno podía alimentar unas 300.000.000 de broncas. Recuerdo que mientras Usted, construía su intelectualidad, yo me empecinaba en radiografiar su culo. Que era impresionante entonces y que estimo lo seguirá siendo ahora. La felicito señora.
Que más le puedo decir, digo…y…. le puedo decir: “Como será el charco que el chancho lo cruza al trote”
Por lo demás le mando un beso, y un deseo de prosperidad para Ud. su marido y el pueblo español todo. Incluido el Rey que vive en un palacio, y la cohorte, y los pajes. Sobre podo los pajes.
Eduardo Argentino Veliz
Monteros- Argentina
|