Saben hermanos,
El capitán se nos va.
Se regresa a su país.
¡No! ¿Cómo puede ser?
Se cansó hermanito, se cansó…
El mismo me lo dijo un día al caer la tarde mientras los “motu motu” nos lastimaban la piernas y manos.
Deberíamos ir a todos a hablar con el.
Saben hermanos, esta encerrado en su tienda…solo, no quiere ver a nadie.
Florentino, yo lo ví con esa foto, ¿sabes qué es?
No Rubén.
Vayamos a verlo.
¡No!
No debemos molestarlo en su soledad.

¿Qué será esa foto?
¿Qué será lo que lo aisló tanto?
¿Por qué se va sin saludar?
¿Por que se sienten llantos desde su tienda?

Valerio vio la foto.
No quiere hablar.
Esta muy triste.
Se va el capitán, dice…se va. Nunca más regresara…
Eh Valerio ¿qué hay en esa foto?
No quiero hablar de eso.
¿Qué es lo que viste?
Nada…

Hermanos debemos entrar a la tienda,
El capitán llora.
Se va.
No sé que haremos sin él.
Se va…

Por la noche entramos a la tienda, el capitán dormía.
Lo besamos, le deseamos suerte.
Le dijimos “Akiba yea mbeng oboho má”.
Vimos la foto entre sus manos.



Ahora todo podrá suceder.
Otra vez todo.

Ahora, nada.
Nada…otra maldita vez.

La foto…
La foto… ¿a quién mierda ya le importará?