En ocasiones suele ser difícil
discernir entre sueño y pesadilla;
como un paño de lágrimas de ópalo
rebusco en los confines de mi ego
respuestas a preguntas astringentes.

Andando y desandando mil caminos
me voy nutriendo del aprendizaje;
huyendo de la grey de lo prosaico
podré elevarme a la conciencia plena.

¿Qué es la realidad?, yo me pregunto
cuando una densa niebla me acompaña;
oníricos acordes, soledades,
impregna mi dialéctica afanosa
un haz de sensaciones, ¡qué misterio!

He aquí la ambigüedad hecha moneda,
frontera del lenguaje divergente.

Paralela al umbral de los instintos
reside la conciencia del final...
No tengo profecías ni consejos,
tan sólo soy un náufrago en mi vida.