"Que inolvidablemente...vivirán... en mi"

Suena la música de fondo mientras prendo un cigarrillo de medianoche y suelto un par de frustraciones con el humo grisáceo e intoxicante.
Es mi forma de pensar en todas las cosas que suceden de pronto, sin aviso ni premeditación. Como quien esta sentada un segundo, y al rato ya se torno todo oscuro, es de noche y se perdió el día entero divagando en cagadas sin importancia y pensamientos.
Mis días pasan rápidos, y mis noches lentas, heladas y abandonadas.
¿Que se hace con un corazón que dejo de latir pero no de sentir? cuando queda la indiferencia, y el desden del puto olvido y los recuerdos mas hermosos se tornan en paisajes rojos y negros que no hacen mas que partir el alma y los labios.
Esta ciudad de mierda ya no tiene nada para mí. Salgo y no veo rostros, ni casas. Veo palabras sin sentido, caricias vacías y veneno del más puro para mi cabeza, y todas las dudas que solían susurrar, ahora gritan descontroladas y felices que vencieron y yo decaigo en un mar de incertidumbre y pestilente engaño.
Fui estúpida, y lo acepto a brazos abiertos.
Soy una estúpida honesta y desinteresada. Que alguna vez tuvo un corazón venoso, con un latido fuerte y mucho que entregar, y ahora se esconde con reparo y mucha suspicacia... no supe entregarlo y ahora me reclama como un niño pequeño.
En las noches de fin de semana, vuelvo de la juerga sin sentido con risas histéricas aun resonando en mis oídos y veo calles mas vacías que antes, y putas mas tristes y mas solas.
Concuerdo con Don Benedetti... “tengo una soledad tan concurrida, tan llena de nostalgias, y rostro de vos….” Nada tiene manos ni labios como antes, mas que el nombre de mi dolor y las características de esta sensación tan profunda e incansable que me quema el pecho cada noche.
Hay que llorar a lágrima viva, dicen. Pero creo que es físicamente imposible que mas salmuera nazca de mis ojos y caiga al vacío, uno que ni siquiera se acerca al que tengo dentro del vientre, de las entrañas.
Y consigo soñar, cosas que no quiero soñar. Y pensar en cosas que no quiero pensar. Y rogar, y pedir y desear por algo, por alguien que se que no volverá, y me mantiene a mi como un recuerdo distante y una experiencia mas que utilizar en un futuro que tiene nombre, y lugar. Pero que no es el mío, ni el calor de mi cama.