Inicio / Cuenteros Locales / LIGER / MI NIETA
Llegué a la escuela con alegría desbordante, saludé a todos. Intenté poner una sonrisa en el rostro de los de los que, las preocupaciones y los desengaños, ya la han borrado.
Siempre trato de hacer eso, pero ese día parecía que tenía más ganas que nunca: ya sabía que dentro de cuatro días iba a nacer mi nieta, nuestra querida y mimada Guadalupe.
Con un fibrón rojo sangre escribí en la pizarra de informaciones varias:"El martes no vengo porque voy a ser abuela de Guadalupe." Puse más sonrisas en varios rostros.
Salí de la escuela y el celular sonó repetidas veces hasta que lo encontré: "Mamá, ...la bebé... está muerta" dijo la voz entrecortada de mi hijo.
De ahí en más todo fue un caos: lágrimas, corridas, angustias y la esperanza de que se hubieran equivocado…
Pero no... Ahí estaba el cuerpecito, bello en su quietud, regado por las lágrimas de las dos médicas: mi nuera que lo había sentido día a día y su amiga que fue quien lo tuvo que sacar de ese joven vientre rezando para que la tecnología se hubiese equivocado, y que el corazoncito aún estuviera latiendo. No, no latía.
Con este dolor que tocó fuerte a toda la familia, también hice que se apagaran las risas que había encendido en la mañana en mi lugar de trabajo.
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Texto agregado el 24-06-2008, y leído por 50
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Lectores Opinan |
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24-06-2008 |
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Que experiencia terrible, espero que el tiempo los ayude a superar el dolor.Con cariño de esta abuela. bienvenida |
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