Las mismas casas de antes,
casi el mismo paisaje,
alguna que otra puerta
cambió su maquillaje,
los mismos rostros de antes
pero distintos gestos,
de alegres e idealistas,
hoy breves y tajantes.
Algunos mas soberbios
pero vacíos por dentro,
los más están callados,
tristes, como quebrados.
Emprendimos el viaje
limpios, sin equipaje,
guiados por buen viento
y por los mismos sueños;
no me pregunten cuando
ni donde tropezamos,
con que muros chocamos,
ni en que mar naufragamos,
solo sé que en el tiempo
nuestra lucha fue en vano.
Algunos sucumbieron,
a tantos nos mataron,
pero los que quedamos
los que no hicimos puerto
necios y sin aliento,
sin manto y sin morada,
armamos barricadas
en esta calle cortada
de nuestra patria arrasada.
Para Luisito, para Jorge, para Daniel.....y para tantos otros, demasiados. Uno solo hubiese sido demasiado. |