Simple, quiero sacar el texto anterior y no quiero sacarlo borrándolo. No es que no me guste. No se trata de eso. Se trata de otras cosas. Quizás pueda decir de qué cosas se tratan, pero no creo que me interese ni a ustedes, ¿cierto? Sería aburrido quizás mejor abrir la ventana. Sin duda. Hablar por el Messenger. No. Hacer algo sencillo, mejor, jugar ajedrez, ganar, ando ganando, ando bueno en eso, es de noche.
Cuando lo publiqué, y vi la fecha, recordé que hace un año escribí Los Nulos. Tenía que decirlo. No importa que lo diga. No tiene sentido. Me da rabia haberlo dicho. No sé por qué lo dije. Lo dije no más, porque lo recordé. No debería estar cambiando la pureza inicial que significaba lo simple que iba a ser esto. Ya no es simple. Ya dejó de ser simple porque no dejé de escribir a tiempo. No debería estar escribiendo ahora, porque cada palabra hace que lo bueno que podría haber habido esta noche desaparezca. Con cada palabra se hunde más y más el texto en un barroso estado, no el texto, el texto no tiene vida, etcétera, yo, cada vez más, pero tengo la esperanza, soy optimista, soy optimista y basquetbolista, soy abogado, ingeniero, soy padre de cuatro hijos, soy la esperanza de los grillos de Chaitén. Chaitén no. A la antigua. Decir Chaitén fue un error, porque ahora es un texto sobre actualidad, un texto sobre las noticias, vale todavía menos, porque habla de ahora, su irrelevancia impacta, etcétera, es peor, pero tengo esperanza, sé que tengo esperanza porque al escribir más existe la chance de que todo mejore, de que todo arrive, de que todo tenga una explicación última en una frase salvadora, de que no haya ninguna frase, porque no importan las frases, es a otra cosa a la que me refiero, es a mí, obviamente, el texto no tiene importancia alguna, decir texto y escribir un texto es demasiado acartonado, no tiene brillo, tiene que ver con la vida, pero escribir vida luego de que Coelho escribió sus libros es casi un pecado. Decir pecado es demasiado bíblico. Bíblico es demasiado esdrújulo. Esdrújulo es demasiado gramático. Gramático es Robin Williams.

Robin Williams en Deads Poets Society. La esperanza de que quizás en la realidad, porque decir realidad es mejor que decir vida, aunque decir realidad suene a filósofos, a Maturana, y todas esas leseras sin corazón, aunque se lenguajee el corazón, pero no sea corazón de verdad, no haya poesía de electrodomésticos como decía esa niña, pero da lo mismo, lo que importa en el fondo es tener la esperanza de que en el entorno, aunque decir entorno sea demasiado universitario, todo se modifique de tal forma que parezca una vocación en sí misma, una necesidad más que una característica, una especie de pulso falso. Una especie de latido en el antebrazo, algo que te haga sentir que está vivo, el texto, o tú, porque el texto etcétera, lo que importa es la indovenosa, lo que importa es el optimismo, lo que importa es lo que te importe y lo que vayas sintiendo a medida que te importen esas cosas, y todo lo demás puede morir y no importa que lo haga, puede desaparecer, puede ser absorbido por la antimateria, por las posibilidades, por los renglones, todo lo demás, incluida la sobria postura, la coherencia, la simplicidad, todo, todo eso puede ser borrado de la faz de la tierra porque no importa.