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Inicio / Cuenteros Locales / mancuspia / Doscientos sesenta y dos años después....

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Esta historia comenzó...allá por el año 1746...
Pertenecía a una comunidad de gitanos, nacida en Hungría y emigrando por el continente europeo sin lugar fijo, intentando buscar la identidad como pueblo, afianzar nuestras creencias y a su vez mantener nuestras tradiciones.
Mi familia compuesta por un padre, cariñoso y compinche (cosa rara entre los de nuestra tribu), mi madre, una gitana dura, a la que le temían por su carácter y la fuerza de sus hechizos. Yo era la menor de cinco hermanas, con una diferencia de doce años de edad, considerando que entre ellas que solo se llevaban año y medio, unas con otras...
No tenía parecido físico, y mi mente era soñadora, a veces sentía que no pertenecía al seno de mi familia...muy pocas cosas compartía con ellos...salvo con mi padre que tenía gustos refinados por la música, la pintura, las artes en general...solía contarme historias de pequeña, que hacían que mi alma tomara un vuelo tal que me dispersara de aquella vida que sentía no era para mí.
Mi madre nos transmitió desde pequeñas esos ritos que la hacían única, pócimas mágicas, hechizos y otras yerbas...a las que yo no prestaba atención y la exasperaba tanto, que me castigaba con encierros prolongados y daños corporales...los que no lograban cambiar mi modo de ser y de pensar.
Siempre fui una niña alegre, me gustaba ayudar a la gente, y tenía como don natural la sanación de las almas, don que Dios en su eterna misericordia despertó en mí. Tenía sentido y servicio de comunidad hacia mis semejantes.
Creo que esto despertó una competencia entre los conjuros de mi madre y mi debilidad o fortaleza por obediencia a Dios.
A medida que fui creciendo la gente se acercaba más por el amor que impartía mi conducta, que por el temor de los conjuros de mi madre...
Venían gentes de todas partes, solo para que acaricie a un niño o para recibir una sonrisa...

Contaba con diez y siete años y una tarde lo conocí.
Me encontraba a la vera del arroyo rodeada de muchos niños, a los que les contaba y teatralizaba cuentos de hadas, ángeles, duendes y todas esas fantasías que necesitan los niños para crecer felices...
De repente comenzó a participar de los cuentos...convertido en el personaje del príncipe, rescatando a la princesita que había quedado atascada en las ramas de un frondoso árbol intentando desplegar sus alas y volar...volar....
Su vestimenta negra, me atemorizó...pero su dulce voz y su sonrisa franca hicieron que despliegue mis alas y me entregue con total libertad a gozar de aquel momento sublime...
Los niños aplaudían...reía...se emocionaban....le pedían que no me suelte, temían que cayera en mi vuelo....
El desplegó su capa y me envolvió en ella...pude sentir el calor de su cuerpo y reconocí su esencia, era mi alma gemela, el amor de todos los tiempos que acudió a mi rescate.
Ya estaba oscureciendo y los niños fueron dispersándose.
Fue ahí que nos presentamos
- Arysha, mi nombre, gitana, creadora de sueños y desde hoy tu mujer.
- Emmanuel, mi nombre, sacerdote, acudiendo a tu llamado, desde hoy tu hombre.
Fue un pacto sellado en pocas palabras, Dios nos puso en el lugar indicado, a la hora indicada. Quedamos contemplándonos, y en un lenguaje abstracto nos juramentamos amor eterno.


Desde ese día nuestras vidas giraban una en torno de la otra...buscándonos, viéndonos a escondida, aprendiendo el uno del otro. Emmanuel comprendía que no era una gitana común y me ayudaba con las sanaciones de la gente necesitada y enferma, solía atender en los pasadizos de la iglesia del pueblo, allí en total secreto...la gente sentía cierta veneración por nosotros y nadie osaría traicionarnos.
Emmanuel era un hombre alto de tez blanca, cabello negro como sus ojos, mirada limpia y manos fuertes y cálidas, como su corazón. Sentía un total compromiso con la iglesia pero no comulgaba con las atrocidades que en nombre de Dios estaban cometiendo sus superiores.
A veces le preguntaba cuando nos encontrábamos a solas que lo acercaba a mí...
Y respondía
- Dios...
Lograba conmoverme hasta las lágrimas...entonces tomaba mi barbilla entre sus manos y besaba mis lágrimas... diciendo....
- Eres un torbellino, del que no puedo ni quiero escapar....tenemos una misión que cumplir y nos ayudamos mutuamente.
Además desde la tarde que te vi trepada a ese árbol, sentí tu voz, me deslumbraste, recuerdo tu falda azul amplia, tu blusa blanca bordada con los hombros descubiertos., esa faja ciñendo tu cintura con ojalillos y un pasacintas de colores , tus zapatitos color rojo de tela razada también bordada en dorado y con apliques de piedras. Llevabas pulseras, aretes grandes, el cabello largo color rubio y ondeado con un pañuelo de muchos colores en la cabeza, con los lazos cayendo a un costado.
Tu piel tan blanca, tus ojos grandes rasgados podrían ser verdes muy oscuro o negros (aún no se bien)....

Todo se desarrollaba según lo dispuesto por el Padre Celestial, pero además de esta misión de amor pasaríamos por momentos de intenso dolor que confirmarían y acrecentarían nuestro pacto


Nuestra comunidad acampaba en una pradera, como pueblo nómada, no teníamos lugar fijo...armábamos tiendas, en su interior había almohadones de muchos colores, nos sentábamos en el suelo y también dormíamos sobre ellos, a la entrada de la tienda colgaban cintas con algunos objetos que hacían ruido con el viento (cascabeles...)
Por ese entonces mis padres ya tenían arreglado mi casamiento con un gitano de la tribu, llamado Jano quien habían dado la dote. Pero yo no lo amaba, mi corazón tenía dueño, y como todo amor prohibido debía mantenerlo en secreto para protegerlo de las posibles venganzas de un hombre despechado.

Creí que lo habíamos logrado....

Una tarde de mayo, venía con un cántaro de agua en las manos, hacia el asentamiento, de repente irrumpe una carreta y baja un hombre vestido de negro, con una especie de capa y sombrero, tiene una barba corta oscura. ojos pequeños, detiene mi paso con un bastón y me hace trastabillar. cae el cántaro y se rompe, caigo de rodillas pone su bastón sujetándome el cuello y presionando fuerte, me hace daño. Baja otro señor de la carreta con una especie de manuscrito acusándome de la muerte del Padre Emmanuel.
Grito -YO NO FUI, YO LO AMO. Lloro, imploro, le pido a Dios que sea una pesadilla. Me sujeta del cabello, sacan de la carreta unos hierros que colocan en mi cuello, baja hacia atrás y sujeta mis muñecas con una cadena que pasa por los tobillos. Me suben a la carreta, donde hay un palo al que me atan y me pasean por el asentamiento y luego por el pueblo. Hay quienes me defienden y los matan a sangre fría. Otros permanecen callados...
Me llevan a un lugar oscuro, húmedo como un sótano, ahí yace el cadáver del sacerdote con la cabeza destrozada y lleno de sangre. Siento que me desgarro...el dolor es infinito...

Es el principio del fin.

Hay una especie de tribunal, todos hombres vestidos de negro, alguno con una especie de birrete bordeaux. Me hacen preguntas, contesto...
Arysha....mi nombre, gitana...creadora de sueños....Arysha....
Usted es adivina?
-no!!!, ayudo a la gente
-curandera
-si, podría decir que si
-usted mató a Emmanuel...
-Nooo!!, lo amaba.
-usted sedujo a ....
-Nooo!!!....nos amábamos.
-usted practica la hechicería, y mandó matar a ....
- Nooo yo no fui.

rasgan mi vestimenta.
Miran mis manos anotan:
pequeñas de dedos largos, las uñas cuidadas pero cortas. Con respecto al dorso hay una marca, es una estrella de cinco puntas ubicada en la mano izquierda entre el índice y el pulgar. En la palma de la mano. se repite esta estrella en la parte media inferior, las líneas están bien definidas. Estos es antes de las torturas, después me desnudaron, a cada pregunta me hacían una insición en los senos. Sobre planchas de hierros candentes, quemaron las palmas de la mano borrando toda huella, dejándome sin identidad. Marcaban todo mi cuerpo con hierros incandescentes, laceraron y mutilaron las extremidades.
El dolor insospechado, mi resistencia feroz.
Seguí diciendo que no lo había matado, que lo amaba.
Después de días de sufrimientos continuos me pusieron en un cajón y me enterraron viva...
Ahí sentí el alma de Emmanuel a mi lado, recordé que nos amábamos en secreto, que nos habían jurado no separarnos, y ahí estaba a mi lado como cuando en los pasadizos de la Iglesia ayudábamos a la gente. Y me alentaba en el don de las sanación que por el poder divino se me había confiado.
Abrazó mi alma y mitigó mi dolor y juntos nos encomendamos al cielo.

Que había pasado con nosotros?...
Dios nos había culpado?...
Desobedecimos sus mandamientos?...

No.

Jano, el gitano a quien me habían prometido en matrimonio, me persiguió y se enteró de nuestra relación. Urdió una venganza con varios de su familia para limpiar su honor, y mató a sangre fría a Emmanuel, culpándome ante la Santa Inquisición de haber seducido y dado muerte al sacerdote.

Pasaron varios días y desenterraron el ataúd para exponer mi cuerpo, ante la multitud para que sirva de escarmiento, y que la gente, observara el estado en que había quedado la bruja, la asesina, la pecadora-
Un hombre encapuchado partió el féretro y ante el asombro de la gente y los integrantes el Santo Tribunal de la Santa Inquisición, mi cuerpo estaba intacto, mis ropas limpias, mi rostro con una inmensa paz dibujada en mis labios la sonrisa que jamás me abandonaba...
La gente comenzó a persignarse, los ojos desorbitados de los inquisidores y la ira de Dios desatando un vendaval sobre sus cabezas... uno a uno fueron cayendo fulminados por los rayos...
Se había hecho justicia...


Abril de 2008
Anoche llegué muy tarde y seguí paso a paso tus enseñanzas.
No se si con esto avanzamos...la visión fue muy intensa y quedé conmocionada, soñé toda la noche, hoy me costó concentrarme en el trabajo...pero estoy tranquila.
Necesité escribirlo...no puedo darte más detalle...no quiero inventar, traté de escribir lo que vi y sentí.

Aún estoy aturdida...

Siento que vuelve a repetirse la historia, quizás no en los mismos términos, aunque no hemos evolucionado mucho en ciertas cuestiones. Sigo siendo una bruja para muchos y él un sacerdote.

te quiero mucho
Maite

Texto agregado el 23-06-2008, y leído por 587 visitantes. (38 votos)


Lectores Opinan
05-03-2009 Excelenete,solo puedo decirte que me atrapaste desde un comienzo y el final muy bueno.Gracias Matilde cada vez que llego a tus letras me voy plena por haber disfrutado ******* shosha
10-07-2008 Quién comienza a leer tu historia no puede dejar de sentirse seducido por la magia de tus palabras. Tienes una creatividad y un estilo de escritura atrapante, trasluces lo vívido de tus palabras tal como esas gasas coloridas, alegres y de buen gusto de los vestidos de las gitanas protagonistas de tu cuento. 5* Susana compromiso
09-07-2008 Es una historia pletórica de misterio, pasión, colorido y devenir. Me encantó. Reflejas un inagotable caudal de imaginación y un estilo muy depurado, rematado por buen gusto y sobriedad. Felicitaciones. 5* ZEPOL
26-06-2008 querida amiga nada es casual,espero que tu hermosa historia tenga el final que merece . te mando mis mejores hechizos para que esto asi ocurra besoss miles ALEXIS klein
24-06-2008 Atrapa,con su misterio esa gitana que tiene un amor prohibido, un amor impactante que la lleva a seguir su destino, más allá de su entorno. Y sigue siéndolo siglos después. Un verdadero placer leer tus letras!!!! almalen2005
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