Estoy harto del Tio Murci, casi no lo veo, es su extraña vida, se levanta a golpe de 6:30 Pm, cuando el rey sol ha desaparecido, es en ese momento cuando comienza su vida, realizando su desayuno, su estado es lamentable, vestido siempre de negro, su cara pálida es un desastre para los transeúntes nocturnos, creo que los seres de la noche serán los únicos que pueden soportarlo, sus aventuras nocturnas no las conozco, posiblemente tenga una amante, si, una amante, lo digo por esa asiduidad en salir de noche. No me atrevo a preguntarle adonde va con tanta insistencia, cuando me ve lanza como un chillido de animal acorralado, es un decir solamente. Creo que debo saber más de él, es extraño el Tio Murci, de repente es un contra espía del gobierno Chavista, no lo creo, es demasiado recatado y silencioso, no se le ven documentos políticos por ninguna parte, no opina del gobierno, no habla mal de Chávez. Debe ser sospechoso, de hecho lo es, posiblemente estará ahora preparando un atentado contra Chávez, ¿pero sin armas?. No es espía, ni contra espía, no tiene amante, entonces… ¿qué carajo es ? Lo esperaré para hablar con él. Al otro día a las 6: pm comenzó a moverse en su cama, al salir del cuarto lo abordé, quería preguntarle de su vida, indagar sobre su extraño comportamiento, cuando se acercó a mí, casi me desmayo por el olor de su boca, era una verdadera cloaca. Me dijo: Estoy dispuesto a hablar contigo, el tiempo que sea necesario, cada palabra era un dardo putrefacto que se descargaba en mi nariz y estómago, una verdadera tortura, incendiaba el cuarto con un extraño olor a muerto. No gracias, ahora no Tío, se le ve apurado, en otra oportunidad será, le dije para tratar de recuperarme. Estaba verdaderamente asfixiado

Sin más se volteo y salió del cuarto. Pasaron los días. El Tío Murci continuaba su vida nocturna extraña, cada día aumentaba la incógnita y la duda. Le comenté a mi novia el extraño caso y ella me dijo que de repente: el Tio Murcí era un roquero. Nos divertíamos de lo lindo imaginándolo vestido de cuero y arriba de una moto. De repente tiene una extraña fiebre, como esa antigua película de tu época, “fiebre del sábado por la noche”, decía ella, riéndose de lo lindo. ¿Te lo imaginas bailando como John Travolta.? Lo cierto es que Tio Murci continuaba con su estilo de vida, jamás lo veía bañarse, tampoco ver el sol, era un verdadero excéntrico. Le gustaba caminar por calles oscuras, lo seguí de incógnito con mi cámara fotográfica para obtener alguna foto comprometedora, el único delito de Tío Murci era que adoraba las calles oscuras, posiblemente su expresión y su cara de vampiro alejaba a todos los asaltantes con intenciones de robarlo. Luego Tio Murci era un muerto vivo, me lo dijo una semana después que lo seguí con la cámara: Soy un muerto vivo, y se echó a reír, mejor dicho nos reímos de su ocurrencia, luego me dijo: no es lo mismo un muerto vivo, que un vivo muerto. ¿Y como es un vivo muerto? Bueno, uds, el pueblo venezolano, son vivos que están muertos, ¿de que vale estar vivo, sin libertad, atrapados en una ideología atrasada, sin libertades económicas?. Prefiero ser un muerto vivo, tengo todos los elementos de la inmortalidad, no pueden matarme, porque estoy muerto. De esta manera el Estado Socialista no puede salir de mi tan fácilmente, descansaré cuando yo quiera, no cuando ellos quieran sacarme de circulación. Ahora si veía su parte política en acción. Luego dijo: al ser inmortal no estoy con esa preocupación por vivir. Sabes hijo, vivir es terriblemente agotador, te estresa terriblemente, es una carga muy fuerte, si estoy libre de ese pensamiento malsano, de tratar de sobrevivir en un gobierno de Chávez (bien difícil) o cualquier otro mortal miserable, puedo dedicarme a leer a los clásicos de la literatura, con paciencia y dedicación, tengo todo el tiempo para mi. ¿Tío y como haces para alimentarte? De lo mismo que mis hermanos. De sangre, grité asustado. Tranquilo, hijo, no seas tan humano y predecible, por alguna vez utiliza tus neuronas, ¿Crees que tus gobernantes no son parecidos a mi?, te arrancan el líquido vital, te expropian tu esencia, tu vida e inteligencia, de paso se autoproclaman “rojo rojitos”, es la sangre lo que está en juego en Venezuela, ¿no te has dado cuenta? todos ellos son también mis hermanos. Sus gobernantes, los de antes y los actuales viven de la sangre del pueblo. La única diferencia es que ellos no son inmortales como yo, son unos vampiros chimbos, no tienen el toque mágico del genio. Y de esta manera Tio Murci lanzó un chillido de despedida y salió por la ventana de su cuarto, moviendo sus grandes alas negras.