Eres el espíritu del agua,
Perteneces al mundo de la calma,
En tus lagos, ríos y mares habitan las ondinas,
Que con su magia brindan grandes esperanzas,
Al eterno tormento del mundo del hombre,
Que con su gran tristeza y desamor
Decidió conquistar tantos espacios y veredas
Sin respetar a esos magnánimos paisajes
Que las diosas del agua decidieron proteger.
Por estas razones hay tantas tormentas,
Los mares y ríos rugen de furia y dolor,
Las pequeñas ondinas sufren por el odio del hombre,
Y les es difícil detener el dolor de los lagos, mares y ríos
Por los continuos atropellos de la humanidad, y su continuo desamor.
Sin embargo las pequeñas hadas del agua,
Con su gran corazón y gran bendición
No pierden la esperanza que los niños de este milenio,
Cambien ideologías y efectúen grandes cambios
en beneficio de nuestro mundo,
y al paisaje marino,
en donde habitan estos seres mágicos y celestiales,
que con tanto amor y devoción mantienen vida en estos parajes,
para el disfrute del grupo humano,
y, por ello debemos brindarle cuidado y amor.
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