Desencanto Llegué a creer que no podría vivir sin ti; ya tus tetas desnudas no me inquietan. Lllegué a creer que no podría vivir sin ti; ya tus labios rojos no me inquietan. Llegué a creer que no podría vivir sin ti.
Texto agregado el 20-06-2008, y leído por 336 visitantes. (9 votos)