Me encontraba estudiando en la mesa del comedor mientras tomaba un café. Mi madre estaba planchando una camisa para mi hermano (de 21 años)que estaba en la ducha. Mi otro hermano (de 17) jugaba en el PC, mi padre veía televisión, mi hermana (de 19) estaba, también estudiando, sentada frente a mí. De pronto, mi madre comenta:
-Hay que comprar comida a los gatos-. Dijo-. Whiscas (o como se escriba) no porque no se la comen.
-Escuché por ahí que esa comida tenía un aditivo que hacía que los gatos fueran adictos-. Dije yo, sin dejar de mirar el cuaderno que pasaba en limpio.
-El Whiscas mata a los gatos-. Dijo mi hermana.
-¿Por qué?-. Preguntó mi papá, sin poner atención del todo a lo que pasaba en la mesa ni a lo que veía en la televisión.
-El tío de una amiga le daba de esa comida a su gato-. Dijo mi hermana-. Y el otro día se murió.
Como todos en la casa queremos mucho a los animales y estábamos atentos a lo que decía mi hermana, todos menos mi hermano que estaba en la ducha.
-¿Y de qué murió?-. Preguntó mi mamá.
-Salió a la calle y lo atropelló un auto-. Dijo mi hermana.

De más está decir que tuve que volver a pasar en limpio la hoja que estaba escribiendo porque quedó toda manchada con el café que escupí cuando lancé la carcajada.