La estela de la memoria revuela en el cuarto
la oscuridad la acoge y espera, y espera
el momento de salir se aproxima, y se pasea
se oyen los ruidos, pasos por doquier pero nada
si es el momento de prender la luz, debería hacerlo
pero no lo hago, me da flojera, me tapo con las sábanas
pienso entonces que debería dormir, pero
las hojas, el plastico, la puerta, rechinan
¿qué es? no lo se, tengo calor, pero no quiero salir de las sábanas

se oye el correr sobre el piso de duela
cansado, salgo de mi guarida y veo hacia el techo
el azul grisaseo de la noche me envuelve
quiero irme a dormir, pero algo me mantiene despierto
se oyen las pisadas de nuevo y el tronido de las hojas
¿qué será?
acercandome a la orilla de la cama volteo hacia el rincón
una pequeña sombra, ocupada en su quehaceres, revisando la basura
¿qué haces pequeño trasgo? ¿por qué no me dejas dormir?

Sus ojos azules brillantes me voltearon a ver
-Soy tu recuerdo, ¿qué no recuerdas?
supongo que los recuerdos te mantienen despierto
¿por qué me vienes a ver ahora?
-es necesario visitar de vez en cuando
supongo que la melancolía te atrae
-Es algo delicioso servido con un poco de tristeza
supongo que he estado muy ocupado ultimamente
-sin embargo me conformo con la incertidumbre

Mi mirada, fija en su espalda, y él iluminando el ricón
sus ojos brillaban azules nocturnos, cual gato...
El sol iluminaba entonces la ventana y los sonidos
cantos y rechinidos, se volvían a escuchar
me levanté, y mirando modorro el ricón
solo pude ver las secuelas de la noche
Supongo que de vez en cuando necesito su visita...