Inicio / Cuenteros Locales / DavidMo / Sueño VII. Stalingrado
Estaba en un patio enorme en el que había una estatua y una mujer vestida de negro. Los edificios que rodeaban en patio tenían desconchados los fustes de las columnas y manchas de humedad en las paredes. Había cascotes en el suelo y el cielo gris parecía a punto de nevar.
Se acercó a la mujer, que le había vuelto la espalda, y le dijo:
-Todo esto es muy obvio. ¿Todavía cree Vd. en la esperanza? – y se odió en el mismo momento que hacía la pregunta .- Todo esto es demasiado obvio –repitió a modo de excusa. Y tuvo la impresión de que la mujer estaba llorando.
-Jamás he llorado en mi vida –dijo ella como si hubiera oído sus pensamientos. Tenía una voz inesperadamente chillona .- Ni siquiera cuando murió mi hijo y me lo trajeron sobre su escudo. Volví la cara y miré a la pared fijamente. Ellos dejaron el escudo en tierra y se fueron. No los odié a ellos tampoco. ¿Por qué había que odiarlos a ellos?
Mientras la mujer hablaba se dio cuenta de que la estatua se había alejado considerablemente. Ahora le hubiera gustado saber qué representaba o a quién estaba dedicada. Pero el patio se iba convirtiendo en una llanura interminable cruzada por una retícula geométrica y la estatua cada vez tenía menos importancia.
Entonces la mujer se volvió hacia él y estaba llorando.
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Texto agregado el 23-04-2004, y leído por 124
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