Estimado amigo.

Hace algún tiempo me consultó usted sobre un ignoto poblado de la lejana Islandia. Un país que llenó de curiosidad mi juventud y hasta me obligó a aprender su antiguo idioma.
Me he demorado un poco en encontrar respuesta a su poco común consulta, pero la red ha sido infalible en proporcionarla.
Debo desengañarlo respecto al nombre del poblado que usted me aportó y a su ubicación. No está en Islandia sino que se ubica sobre la costa de Noruega. A tanta distancia en tiempo y espacio este detalle no debería conmovernos. Sin embargo y para mi propia sorpresa, los relatos que pude encontrar me llevaron al año 1357 de la cristiandad y a los oscuros episodios de un 17 de agosto en que una conjunción planetaria generó las más grandes mareas de aquel tiempo.
Sabrá usted que para los escandinavos, esa raza de hombres gigantes que dicen llegaron a América antes que Colón, el mar y la sangre eran la misma substancia, por lo tanto nacían y morían en él, como signados por el destino. Toda la tierra conocida y su contenido, dependía por lo tanto, de la decisión del mar que le había permitido sobresalir de sus dominios.
El pueblo de su consulta no fue una excepción y como tal nació del mar y terminó su existencia en él.
En la fecha que he rescatado de la red y que comparto con usted en esta esquela; el pueblito de Vaarlenden fue arrancado de la costa en una sola noche y arrastrado al fondo del mar con todos sus pobladores, por las fuerzas marinas más increíbles que nunca se hayan registrado.
Nadie sobrevivió para relatarlo y sólo las poblaciones vecinas reconstruyeron en esta historia, el fenómeno marino que se llevó a Vaanlarden.
Quinientos años mas tarde y seguramente desconociendo este acontecimiento, el Sr. Edgard Allan Poe mencionó en uno de sus cuento, al causante de aquella nefasta epopeya. Debe usted recordarlo estimado amigo, se llamaba "Descenso al Maelstrom".

Alguien dijo alguna vez que "tales abismos nos depara a todos el tiempo" y yo agregaría que el espacio también.

Hasta otro momento.

J.L.B