Dos o tres palabras para huir,
las mismas para describir lo que siento.
Poco menos de cinco minutos,
y puedo chocarme con la frialdad,
no sólo de tu cuerpo.
Toda la vida intentando,
quebrar la dependencia
sobre el recuerdo
y la muerte tras el fin.
Hoy, reina el olvido,
y ya no puedo recordar
cómo era aquello de ser en libertad.
Texto agregado el 14-06-2008, y leído por 173
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