Que tu mar no esté solo,
que tu caparazón
no te impida soltar al viento
las campanas de tu risa,
ni mirar en los ojos
de las gentes que mudan de vecindario
para esgrimir su libertad,
sin sentir que tú eres
parte de cada humano que cruza
el portal de tu aura.
Que tu ser no se envuelva
en el solitario vendaval que no pregunta
si el sol es una estera
donde el cuerpo puede extenderse,
largo y propicio,
para amar el olor de las manzanas
y las flores.
Que el hábito de ir hacia tu propia voz
no te quite
el poder de decir que tu alma siente,
que tu belleza
no se mire a solas
en el espejo sin revés.
Donde halles un pozo,
puedas dejar manar el alimento
de tu inquietud,
siempre habrá una mano
dándote a sorbos
la respiración para continuar.
y como último deseo
deseo para tí
que el dolor no te impida
creer que nada puede ser peor
y que el Amor
puede reparar las heridas del amor.