Hoy es el día del escritor de libros.
Pero esto es una obra de teatro por lo tanto no tenemos nada que festejar.
Ha sentar la cola y a comer pochoclos,
sí es que respectivamente no tenéis hormigas o el paro de transportistas dejó las gondolas vacias de maiz blanco.
El escenario esta siendo ocupado por tres diferentes "focos" de atención, es decir,
existen pequeñas escenas dentro del mismo lugar,
que sería una habitacion donde hay una computadora siempre ensendida, sillas,
y dos actores de distintos sexos que protagonisan la obra. Para que ustedes se percaten de lo importante que es este espectáculo para la realidad, en el sentido de inverción en la producción y confección del mismo,
y de como adorna la cartelera porteña con tantísimo prestígio, uno de eso focos,
que son como piquetes, pero que luego se retiran del escenario dejandolo vacío solo con la escenografía permanente de la habitación de Cintia (la protagonista absoluta junto con su novio en la vida real llamado Quique) representa la cumbre donde Berlusconi se encontró con Bush por el asunto Iran-uranio enriquesido,
que siginificaría un peligro latente para la humanidad, esta siendo, escuchen esto con atención nostalgiosa y no se enfaden por la pequeña participación llamada bolo de este genio del arte, decía, el presidente de Italia Berlusconi esta siendo interpretado por el gran actor,
(aunque que se lo ve viejito está hecho un pibe) Alberto Sordi. Pasa que Cintia que es la protagonista absoluta de la historia es periodista, entonces esas escenas espóradicas que se agregan, vendrían a representar o equivaler a su "mente". ¿Que tal?
En el siguiente apartado, que representa un hecho reciente de la vida real, hay una mujer matando a su hija discapacitada que luego se quita la vida terminando con la escena que queda en penumbras.
Finalmente la otra escenita representa una tribuna de hinchas Alemanes ante el segundo gol de Croacia, por las expresión justo en el momento en que la pelota atraviesa la linea del arco,
entonces entre media docena de fortachones, agarran un muñeco del tamaño real de Quique y lo destrozan mientras Cintia sufre desesperada la perdida de su ser amado.
Pero ella no se rinde junta los pedazos y vuelve reconstruir el maniquí, hasta que con un truco formidable aparece el verdadero actor intacto,
que además bromea como si no hubiera pasado nada caminando a lo frankestein.
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