De los ojos cerrados y su flujo de sombras
surge el velo que cobija mi alma,
mi alma que vive enferma de pena,
mi alma que del mundo se oculta.
Un alma que se oculta del hombre,
que en su vida de placer, odio y violencia,
se atreve de manera incesante,
proclamando que el alma no existe,
a negar su propia existencia.
Texto agregado el 22-04-2004, y leído por 148
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Lectores Opinan
22-04-2004
Muy bueno amigo
Felicitaciones cailatana
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