Estaba en la camilla de un hospital, iba a toda prisa a la sala de emergencias, luego mire a unos médicos dando ordenes alterada mente, todo era muy claro, me molestaba la luz, el ruido, la gente, las ordenes de los médicos; luego pusieron unas planchas en mi pecho, fue en ese momento cuando el terror se apodero de mi, sentía en un solo cuerpo el pánico de todos los cuerpos del mundo. Comenzaron descargándome una pequeña cantidad de corriente, ya mis nervios estaban a punto de explotar, luego un segundo golpe eléctrico, en ese momento grite y desperté al mismo morfeo, mi desesperación era algo exagerada sin exagerar, sudaba increíblemente, pero de pronto sonreí… Mire que los médicos no pudieron salvarme y aquí estoy, en descanso continuo, no quiero volver a tener la pesadilla de estar vivo, eso es algo que no podría soportar y lo malo es que aquí no se puede morir de nuevo, aquí las sobredosis no matan. |