Tal vez un nomo
desconocido e increíble
cruzó
nuestros pasos apresurados.
Una tempestad de feromonas
aprisionó mi voluntad dispuesta
y caminamos
asomando virtudes y deseos
para escarbar
entre las penumbras
y proyectar cada minuto.
El roce leve de las manos
y mi brazo toma
posesión de tus hombros
...seguimos caminando.
Texto agregado el 12-06-2008, y leído por 201
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
21-12-2009
Que poema mi amigo!!, nuevamente has atrapado con palabras una situacion muy personal e intima. La imaginacion vuela de prisa...Quien no experimento esas mismas sensaciones, le falta una parte muy bella por vivir. No hay que repremirse, solo dejarse llevar. Excelente!!!! juanirenata
15-07-2008
¡MMH! Tienta saber lo que viene después. Erótizante. pepe_quijote
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