Es imposible, íbamos hacía abajo, picada vertical, hijo de mil putas se dio vuelta ¿Cómo, cómo, cómo? tengo que girar y volver para arriba, si me gana la cola, estoy muerto, no desmayarme, no desmayarme.(mis ojos se cierran), si me desmayo girando estoy muerto, (subo), lo perdí de nuevo, me desmayé pero estoy vivo, ahora lo veo, esta abajo a las cinco, (son dos, el sonido de mi respiración agitada casi no me deja escuchar la radio) vuelva a la formación águila tres, a la derecha, a la derecha, derecha (grita, obedezco, nos enseñan a obedecer), a las tres, a las tres, dispare (disparo por puro instinto, una nube de fuego estalla adelante, la cruzo milagrosamente). El grito de mis compañeros me sorprende. Eran tres, le di al tercero. Escapo hacia arriba lejos de la batalla, cruzo las nubes (todavía estoy temblando). Regrese a la formación águila tres, a las doce en punto (me están esperando son cuatro de los nuestros). Me pongo a la izquierda, formación en flecha, ahora los dos escapan como conejos en un campo arado, (Stukas lentos y peor armados) giran a la derecha y se ponen directo en la mira, águila dos falla por poco, quiero a estos dos hijos de puta, (el odio mantuvo mi pulso firme, liquidé al primero con una ráfaga certera). Manchester, gritaron mis compañeros como si fuera un gol. ¿Tiene combustible teniente?, Sí aguila 1, proceda con el segundo, nosotros lo cubrimos, gánese sus alas escarlata esta tarde (las alas escarlata eran la condecoración al que derribaba tres enemigos, eran volver dos semanas a casa de licencia, eran ver a mi pueblo y a Molly, eran saber que no iba a morir virgen). El Stuka humeaba, no iba a llegar muy lejos, era bajar y darle el tiro de gracia (un compañero de comedor que escapó de un derribo, contaba que en un avión en llamas el calor es tan impresionante que hasta el casco comienza a derretirse, el saltó justo a tiempo, pero este alemán es obstinado) intenta escapar con un vuelo rasante (el humo lo cubre y cerca del suelo estamos más parejos, un error puede resultar mortal) esquivé la nube de humo y me puse justo a su cola. El piloto saltó justo antes de que yo disparara, iba muy bajo no tuvo tiempo para abrir el paracaídas, su cuerpo rebotó en el suelo unos cincuenta metros y cayó en los restos humeantes de su propio avión. En el aire, no es como en la infantería, nunca ves sangre o vísceras, solo unas explosiones que se abren como amapolas, la muerte es como un rayo, un nombre que no esta en la lista..
En la radio mis compañeros me felicitaban, el capitán prometió pagar la primer ronda, yo las otras dos. Dos días después, en el salón de oficiales me dieron la medalla., fue la última vez que derrame una lágrima por el.
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