Son mis ojos que se cierran
Ante el humo picoso que los quema
Dulce olor se cuela en mi nariz
Veo un santo tomando de un cáliz
Veo en mi propia mano dibujado
Al puto Dios endemoniado
¿Qué viajes maravillosos haré?
¿Cuantos mundos recorreré?
Princesa de sueños verdosos
Elévate de pronto
Ardes
Te extingues
Así como tu estirpe
Texto agregado el 10-06-2008, y leído por 148
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