CUANDO EL AMOR PUEDE SER MORTAL

—¡San Pedro... San Pedro, abra la puerta. Traigo noticias que pesan sobre todos..!

—¿Qué te pasa Gabrielito? ¿por qué chillas y aleteas tanto?

—¡Lea esto... Lea..!

—¿Qué..? ¿Margarita Gautier deja el trabajo?

—¡Sí..!

—Será por Armando Duval que regresó hace poco ¿no?

—¡No! Es por la epidemia de sida desencadenada en el paraíso.

—¡Santo Dios..! ¿Y que dice Jesús?

—Que, por el bien de todos —para evitar tentaciones— las santas y demás mujeres —excepción hecha Margarita— quedarán recluidas en su harén; pero, que en justa equidad —una para todos y todos para una—, dejará a María Magdalena con nosotros.

—Bueno... Ni que Hacer... Es el jefe... Tendremos que conformarnos con largas colas por un poco de amor.

—¡Ni pensarlo! Hay rumores de que Magdalena es la portadora.

Jr. de Válery