Condición indispensable de la felicidad: la predisposición a sentirla.
Ver la luz entre las sombras, otorgarle un sentido único y personal a esta vida, ya que de por sí, a primera vista, no parece tenerlo.. crear una propia religión y ser coherente con ella. Aspirar al amago de comunicación que puede establecerse entre los cuerpos conscientes que somos....
De las leyes de la física se traduce que básicamente una mitad de las cosas que ocurren, ocurren sólo desde el azar. A lo humano esto le molesta, porque, condicionado por la racionalidad, intenta que nada escape a su control...esto nos viene de fábrica, desde el principio, ya que todo nuestro sistema racional se empeña en impulsar un orden lógico. Aspiramos quizá a un equilibrio equivocado, ya que dentro de ese equilibrio no contamos con el factor de arbitrariedad.
Dejarse fluir.. como el agua, o el aire, que forman corrientes y viento. La felicidad es algo mucho más sencillo de sentir de lo que a todxs nos parece... deberíamos acercarnos a la naturaleza, observarla y aprender más de ella. Deberíamos incorporar a nuestro sistema racional la propuesta humilde que verificara que nada es verificable. Que no todo lo podemos. Que no hay verdades absolutas, sino destellos todos distintos de una misma verdad, que está adentro y fuera de nosotros y que escapa a nuestro entendimiento sin escapar a nuestra intuición.
Así que como siempre se trata de definir conceptos, o sensaciones, para hacerlas llegar a otrxs, y viceversa, vamos a definir nuestra felicidad de forma tal que podamos ir rozándola cada vez más suave con la punta de los dedos.