Me encuentro encadenada de pies y manos entre cuatro paredes de las cuales intento escapar pero no se como hacerlo, me pesa mi cuerpo, apenas puedo andar, las cadenas son tan cortas… llevo demasiado tiempo atada a este lugar. He intentado hacerlo mas acogedor, he colocada unas plantas junto a mi cama… Pasan los días, lunes, martes, miércoles…..hasta q un día, miro mi bolsillo y encuentro una llave, es la llave de la celda, todo este tiempo la tenia en mi pantalón, ¿ahora q haré?…..
Lunes, martes, miércoles…. He colocado otra planta junto a mi cama.
Saberse consciente de que “se es libre” y ante esta premisa, me pregunto, “¿estoy a la altura de mi libertad?”. Es como el que puede volar y se pregunta si esta volando.