Subiendo la colina, intentando demostrar el sabor de la victoria alcanzando la cima.
Llegó. Estuvo mirando el horizonte limitado por las inmensas murallas de montañas enblanquecidas. Acarició el viento con su pelo. Tocó el sentir de una naturaleza viva.
Un pequeño ruiseñor parecía cantarle las grandes vivencias de su vida, mientras un nervioso conejo saltaba divertido entre sus piernas.
Ahora solo faltaba descender.
Sí, descendió de aquel paisaje, despertó.
Texto agregado el 22-04-2004, y leído por 211
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Lectores Opinan
23-10-2005
Nos ofreces imagenes preciosas con las palabras. Tu prosa es poesía. Selkis
10-06-2004
y si...otro dia mas de frustraciones y limitaciones lo realmente patetico seria jamas alcanzar una montaña antes de dormir... Dammar
10-05-2004
Es un bonito sueño, del que quiero despertar sin dolor. arkhos
30-04-2004
Muy delicado y vital. Breve, contenido y hermoso. Mis estrellas! Vulcano
24-04-2004
ya volverá a dormirse... lo hará!! Un petó!! uRaNiA