Hoy respiraba diferente
al ver tu cara entrar en mi jardín,
de donde venías
allí donde pasabas
tus pasos marcaban
como faros incendiados
el camino hacia mi puerta.
Y antes de que llegaras
te cantaba el aire
que salía de mi boca
acompañando unas palabras:
"Si vienes triste
no quiero ni tocarte
ni besarte, ni perderme en tu mirada".
¿Qué mal peor te haría
que contagiarme de tus lágrimas?
Si te amo a ti me debo amar,
vivir feliz en la euforia de tu mundo
porque soy tuyo y te pertenezco.
No me culpes pues
si mi corazón sucio te llama;
quiero que me adores
bajo el lienzo de la cama
que te espera revuelta
y aún huele a ti.
¿Y sabes a qué huele?
Huele a rosa soñolienta.
Texto agregado el 07-06-2008, y leído por 133
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Lectores Opinan
07-06-2008
jaja, muy vacano!, me gusto, y mucho!, sigue asi de creativo, suerte...
ivancamella
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